La historia de la parroquia San Juan Bosco, recuerda con cariño el trabajo del padre Domingo Pérego, quien prestó años atrás los servicios de párroco en este lugar.
Domingo Pérego, nacido en Italia el 24 de agosto de 1920, en la actualidad cuenta con 90 años de edad, y labora en la parroquia María Auxiliadora, al servicio de la comunidad cuencana como celebrante en las eucaristías, en las confeciones, y guía espiritual. Además brinda charlas a los cooperadores y los devotos de María Auxiliadora y Don Bosco.
El padre Domingo es muy recordado en la parroquia San Juan Bosco, por su don de gente y su carisma para tratar con las personas, mismo que llegó a trabajar como párroco cuando termino sus 44 años de misiones, donde colaboró por seis años trabajando con la comunidad.
Así mismo cuenta que nunca tuvo ningún problema ni dificultad con la gente, y como Párroco atendía a todos por igual, mismo que realizaba las misas los días 24 y todos los primeros viernes de cada mes.
Durante la entrevista, niega haber tenido nunca experiencias negativas, pues al contrario agradeció la colaboración y el buen trato recibido durante su permanencia en esta parroquia.
En su período recuerda que cedió la mitad de la parroquia a Monseñor Luis Alberto Luna Tobar, pues San Juan Bosco se extendía hasta el sector de El Arenal; mientras que después de haber hecho esta entrega La Parroquia San Juan Bosco, fue limitado solo hasta la avenida Loja.
“Había trabajo de sobra, muy buena comunicación y sentí siempre el apoyo constante de la comunidad tanto en el Arenal como en Don Bosco, la religiosidad de las personas era muy buena, bastaba dar las órdenes y de inmediato la reacción de la gente era positiva”, dice el padre Domingo, quien se nota ya cansado y con sus manos temblorosas toca su rostro cuando recuerda esto.
Aunque no recuerda exactamente el nombre de sus colaboradores, expresó que nunca estuvo abandonado en ninguna situación puesto que siempre lo acompañaban para todas las acciones de servicio.
Entre una de sus anécdotas más bonitas, recuerda que siempre iba a visitar a los enfermos a quien lo necesitaba, mientras se movilizaba en una bicicleta muy antigua de los años 70; la misma que aún permanece guardada junto a él en su despacho en María Auxiliadora. Después comentó que también realizaba sus visitas en motocicleta.
Lo más bonito dice, es que aún la gente lo recuerda bastante y que hasta ahora llegan a visitarlo en María Auxiliadora, algunos los llevan presentes y otros comida como quesos, pan y otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario